¿Alguna vez te has parado a pensar qué es lo que realmente sabes del autismo? Tal vez creas, erróneamente, que está vinculado a las vacunas, o que puede curarse. Incluso pienses, también de forma equivocada, que las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) son violentas o no pueden comunicarse.
El Autismo, un trastorno “intoxicado” por mitos y prejuicios. El manual para abordar el TEA desmonta también falsos mitos como que el autismo solo se presenta en la infancia, cuando el TEA acompaña a la persona a lo largo de toda su vida; o que no se comunican, cuando lo cierto es que sienten y se comunican, aunque no todos lo hagan verbalmente.
Para empezar el autismo se tiene, se presenta o se manifiesta, pero no se sufre ni tampoco se padece porque se trata de un trastorno y no de una enfermedad o dolencia.
Su variabilidad -se manifiesta de manera diferente en cada persona, o su invisibilidad -no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador-, han contribuido también a favorecer el desconocimiento.
EL TEA, explica el manual, es un trastorno de origen neurobiológico que afecta a la configuración del sistema nervioso (neurodesarrollo) y al funcionamiento cerebral, dando lugar a dificultades en la comunicación y en la interacción social, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de quien lo presenta.
En la actualidad, no es posible determinar una causa única que explique la aparición del TEA, pero sí la fuerte implicación genética en su origen. Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
La variabilidad del autismo implica que no hay dos personas con autismo que sean iguales, aunque compartan los criterios diagnósticos y las áreas nucleares que definen el trastorno (comunicación social y flexibilidad).
Fuente: EFE SALUD
Área de Psicopedagogía