La masificación del uso de dispositivos de cualquier índole, el fácil acceso a las pantallas del que disponemos hoy día, ha restado importancia a su coste y nadie duda en permitir que los utilicen hasta los más pequeños de la familia, si a cambio se obtiene un poco de paz.

Cuando nuestros hijos están observando pantallas, pueden perder oportunidades importantes para practicar y dominar las habilidades interpersonales, motoras y de comunicación. Ver la televisión, el juego con consolas, tabletas o móviles inhibe la curiosidad y la atención hacia el entorno porque se acostumbran a centrarla en el dispositivo, no permite el movimiento ni transferir aprendizajes, no produce vivencias ni experiencias personales que motiven el desarrollo del lenguaje y del pensamiento. Entretienen, “invisibilizan” a nuestros hijos pero ¿estamos dispuestos a aceptar el coste que esto puede producir en sus cerebros?

En el siguiente artículo se explicará ¿Por qué el uso los dispositivos digitales provoca todo eso?, ¿Qué daños provocan exactamente las pantallas al sistema neurológico?, ¿Todas las pantallas son igual de dañinas?, ¿Cuánto tiempo deberían dedicarle nuestros hijos a las pantallas recreativas?, así como recomendaciones para las familias.

Equipo de Psicopedagogía

– Artículo: El efecto de las pantallas en nuestros hijos.

– Video: Normas para niños y padres en el uso de la tecnología. Elizabeth Kilbey, psicóloga y escritora.