El bienestar emocional de las personas se ha visto afectado a medida que el tiempo transcurre y el aislamiento social continúa. La situación que vivimos en la actualidad está generando muchas dificultades y problemas a todo nivel. Por tal motivo, es normal que experimentemos miedo, incertidumbre, enfado, tristeza y preocupación. En ocasiones, estas emociones varían de un momento a otro como si estuviéramos en una montaña rusa.  

Esta realidad no excluye a nuestros hijos. Los casi ocho meses de aislamiento traen como consecuencias diversos cambios a nivel anímico, en su rendimiento escolar, social y hasta conductual. Por ello es importante atender no solo sus necesidades primarias, sino también sus necesidades emocionales. 

Recordemos que parte de superar esta etapa implica disponerse a buscar soluciones, para ello es importante:

–       Sopesar los recursos a nuestro alcance de un modo realista.

–       Centrarnos en lo que está bajo nuestro control.

–       No anticiparnos haciendo predicciones catastrofistas.

–       Ajustar las expectativas sobre los resultados.

–       Felicitarnos por los avances.

–       Colaborar y buscar apoyo.

–       En definitiva, enfocarnos a la solución del problema, adaptándonos a las circunstancias.

Equipo de Psicopedagogía.

Se adjunta documento explicativo: “Afrontamiento psicológico del Covid 19 en familia»