¿Cuándo tiempo es razonable que mi hijo o hija le dedique a los videojuegos? Es una de las preguntas que actualmente se hacen los padres, en especial en estos tiempos en donde nos toca vivir en aislamiento y debido a ello nuestros hijos se han visto obligados a paralizar sus actividades extracurriculares, así como las de recreación e interacción social.
Si bien la situación es complicada, lo esencial es encontrar un buen equilibrio y procurar que esos juegos no se conviertan en su único centro de interés y modo de recreación.
Los videojuegos tienen tantos inconvenientes como beneficios en la educación. Pueden contribuir al aprendizaje siempre que sean adecuados y se utilicen con moderación
Algunos psicólogos estiman que un niño puede jugar una hora al día; otros se aventuran un límite de 2 horas, pero nada demuestra la pertinencia de esos límites.
Por ello es importante entender que todo es cuestión de mesura, porque un día el niño juegue una hora no se va a convertir en un adicto a los videojuegos; no obstante, si la situación se reproduce día tras día, habrá que vigilar de más cerca, sobre todo si no consigue dejarlo.
Como padres, es importante ayudar a nuestros hijos a buscar un equilibrio en sus diferentes actividades: deberes, descanso, interacción con la familia y amigos (videollamadas, zoom, etc.), actividad física, momentos de ocio y disfrute, lo cual también puede incluir los videojuegos.
El psicólogo Benoît Virole, especialista en videojuegos, propone una prueba para determinar si existe abuso, que se resume en una frase: la práctica de los videojuegos es aceptable en la medida en que no impida las otras actividades del niño y no lo aísle ni de sus amigos ni de su familia.
Equipo de Psicopedagogía
Se adjunta documento explicativo: “RECOMENDACIONES PARA MEJORAR EL USO DE VIDEOJUEGOS EN LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA.”