Desde el momento en que nacemos nuestra autoestima se comienza a construir. Progresivamente la persona va asimilando conceptos sobre sí mismo y esto hace que se genere una imagen de quién es. Sabemos que la infancia y la adolescencia son periodos de especial importancia para la construcción de una buena autoestima, sin embargo; es importante tener en cuenta que esta puede modificarse, cambiar, mejorar o empeorar a lo largo de nuestra vida. Una autoestima saludable nos permitirá y brindará numerosas habilidades y competencias necesarias para afrontar la vida con confianza, y nos ayudará a desarrollar todo nuestro potencial como persona. Por todo ello, es importante que desde la familia fomentemos el desarrollo de una autoestima saludable no solo en nuestros hijos; sino también en nosotros mismos.
Se adjunta documento:
Equipo de Psicopedagogía.